Presentan querella por el caso del funcionario municipal de Curaco extraviado hace más de seis años.
A más de seis años de ocurrida la misteriosa desaparición del funcionario municipal de Curaco Luis Arcadio Pérez Barrientos, su familia interpuso una querella criminal que fue ingresada en forma reciente en el Juzgado de Garantía de Quinchao.
El joven de 27 años de edad desapareció el 30 de abril de 2010, siendo hallado su automóvil abandonado en la playa de la localidad de Huenao. Trabajaba hasta ese día como técnico del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de la Municipalidad de Curaco de Vélez.
Su caso que se mantiene vigente para el Ministerio Público derivó en la realización de diferentes diligencias investigativas encargadas a funcionarios de la PDI y Carabineros, sin que los peritajes hayan arrojado resultados favorables a esta causa.
Cristian Mena, fiscal (S) del organismo persecutor, expresó que en su momento sostuvo una audiencia con la familia del empleado municipal extraviado, al igual que con su abogada querellante, "a fin de definir el curso de acción de esta investigación, más no puedo contar, ya que se van a realizar otras diligencias en base a antecedentes que se lograron recopilar".
El abogado expresó que en su momento la Fiscalía despachó al personal de la PDI una orden de investigar, de la cual "surgieron algunos antecedentes que merecen ser investigados con mayor profundidad".
Mena aseguró que la causa aparece caratulada desde su origen como presunta desgracia.
La abogada de la familia, Andrea Garrido, estableció que la querella recientemente presentada se sustenta a partir de la hipótesis de la figura de homicidio que alega la madre del funcionario desaparecido en Huenao.
La misma fuente enfatizó que los demandantes buscan principalmente conocer a ciencia cierta las circunstancias reales en que se extravió Pérez Barrientos aquella tarde del 30 de abril de 2010.
"En este caso es conocer las circunstancias y si realmente está desaparecido, dónde se encuentran los restos de su hijo, es la primera sensación que tiene cualquier familia que ha pasado por una situación como esta", declaró.
"Para nosotros es un homicidio, no es una presunta desgracia porque ya en la revisión del expediente hay situaciones y declaraciones que son contradictorias", apuntó Garrido.
31 años tenía el técnico agrícola perdido en Huenao el 30 de abril de 2010.