En el marco de la Semana Internacional de la Educación Artística y proyectos de formación que se desarrolla entre el 23 al 27 de mayo en Osorno, Puerto Montt y Chiloé, bajo el lema “Aprender Creando”, el Taller Folklórico del Liceo Alfredo Barría de Curaco de Vélez Estudio Taiguen, representará a Chiloé en el escenario del Teatro Diego Rivera, en la última jornada de itinerancias escolares.
Durante la mañana del día viernes, la agrupación de 30 músicos y bailarines intercambiarán con otros colectivos de escuelas regionales convocados al módulo “Itinerancia Artístico Cultural de Comunidades Educativas Municipales”. El objetivo llama a observar, desde las particulares interpretaciones, lo distintivo de cada forma musical y coreográfica que en cantos y danzas interpreta diferencias geográficas y distintas organizaciones de la vida derivada de ellas.
Asumiendo la responsabilidad que le cabe como representante de Chiloé, el director de Estudio Taiguen, Juan Vázquez, destaca la fortaleza de la música insular: “La importancia de este evento es el intercambio cultural que se congrega en la región. Desde Chiloé llevamos la madurez musical que demuestran nuestros niños acordeonistas que a sus cortos ocho, diez años, ya transmiten la identidad presente en los pasacalles, por ejemplo. Agrupaciones escolares que se dedican al rescate patrimonial existen muy pocas. Nuestro Estudio Taiquen se ha dedicado por años al rescate y estudio a partir del fundamento teórico que los respalda”. El profesor destaca que desde pequeños, incluso en sus hogares como una cotidianidad y no como algo impuesto desde una “clase de música”, los niños se dedican a dar continuidad a las composiciones tradicionales en las fiestas familiares.
“En el repertorio de marchas se encuentran símbolos de apropiación local que retratan a una comunidad. Por ejemplo, no es lo mismo un pasacalle de Caguach, que el de Huyar, donde cambian los armónicos y la intensidad de compases durante su recorrido”, explica Juan Vázquez, de la agrupación curacana que reúne diferentes instrumentos, guitarras, bombos, acordeones, cacharraina (quijada), diuca y caja, entre otros.
El maestro de música puntualizó que en estos eventos de intercambio, se constata el importe de la educación artística y su “inmenso impacto en la autoestima, la seguridad y como un medio para botar los propios miedos personales y sociales”, señala Vásquez a modo de invitación.