Con éxito concluyó el taller de Cestería en Manila, donde participaron 19 personas en un curso que tuvo una duración de 20 horas, conocimientos que vienen a fortalecer las capacidades de emprendimiento con una técnica arraigada en la cultura chilota.
En ceremonia de cierre realizada en la sede social de Tolquien, se entregaron certificaciones a los felices beneficiados con esta iniciativa, impulsada por organizaciones comunitarias de la Ilustre Municipalidad de Curaco de Vélez, instancia encabezada por el Alcalde (s) Enrique Pérez Aguilar, concejales Victor Ilnao y Francisco Oyarzún, Nelly Antisoly presidenta de la junta de vecinos número 9 Camilo Henríquez, Paola Jalife encargada de organizaciones comunitarias y fomento productivo del consistorio local, Elba Gallardo en su calidad de Coordinadora Comunal del Adulto Mayor y la monitora a cargo de impartir las nociones y técnicas a los vecinos, Betty Molina Mansilla.
Al hacer uso de la palabra el alcalde (s) Enrique Pérez Aguilar, junto con felicitar esta iniciativa entregó un saludo a los asistentes a nombre del edil titular Luis Curumilla Sotomayor, a la vez, sostuvo la importancia que reviste el fortalecer el trabajo especialmente para quienes no cuentan con nociones mínimas en este ámbito, y fortalecer a otros que ya manejan ciertos conocimientos como es la cestería, la que sin duda con el tiempo permitirá mostrar la creatividad y sabiduría de las manos de nuestros artesanos y artesanas de este archipiélago mágico, manifestó la autoridad.
Cabe recordar que esta instancia que fue gestionada en el seno del municipio, nació en concordancia con la junta de vecinos de Tolquien el pasado mes de junio, en aquel entonces con el comité las rosas y poco a poco se fueron sumando más interesados de otros lugares adyacentes, participando no solo adultos, también se pudo apreciar la presencia de jóvenes y niños en un espacio que durante el desarrollo del taller fue creando un lugar de unión y convivencia, lo que a la postre permitirá proyectar en función del conocimiento, la valoración y fortalecimiento, lo que significa en términos sociales, culturales y económicos, el desarrollo de sus habitantes y familias que tendrán una actividad productiva sustentable en el tiempo.
También se dirigió a la concurrencia la presidenta de la unidad vecinal Nelly Antosoly quien agradeció el haber hecho realidad esta sentida necesidad de sus pares, “por aprender y valorar lo que la naturaleza nos proporciona y en base a ello dar rienda suelta a toda la capacidad que cada uno tiene, pero que con una base sólida puede exponer posteriormente sus trabajos de una mejor manera”, citó la dirigente.
Finalmente, Betty Molina con un dejo de emoción dijo sentir orgullo por sus “alumnos”, lo que se traduce en saldo positivo al observar los avances que cada cual experimentó en el tiempo, muestra de ello los trabajos que pudieron exponer en la cita, tales como, canastos, pisos, adornos, entre otros, y con elementos que están en la propia madre naturaleza, es el caso del Junquillo, Quiscal, Manila , entre otros, lo que se traduce en la expresión pura del artesano chilote, entrelazando creatividad e identidad cultural, adujo la encargada del curso.
Por el resultado alcanzado en este taller de Cestería en Manila no se descarta la posibilidad de replicarlo a futuro en otros sectores, mejorando obviamente las capacidades y aumentando el número de participantes, según fuentes del propio municipio curacano.